Hay chica nueva en la oficina...

El viernes pasado pasé a ser una persona sin tiempo libre. De ahí a que casi ni aparezca por aquí. Empecé las prácticas (de 9 a 14) en Ediciones AdGy luego continúo la jornada en el clásico Sephora (13.30 a 22). Un besote para mi nene y compañero de fatigas Richie, que engulle conmigo los bocatas en Fnac...
Total, que ando rebentada. Pero lo fuerte es que la teoría del "si algo te gusta, lo haces sin rechistar" se ha reafirmado otra vez.
Ahora mismo me siento poco menos que una terrorista, estoy aquí sola en la oficina, ante el ordenador, conectada al Blogger, y parece que esté haciendo algo malo. Bueno, tampoco es eso, pero una que es principiante y no está acostumbrada a que en el trabajo haya conexión libre a Internet. El emoticono de Messenger asoma en la parte inferior derecha de la pantalla. Me ha tentado, pero por ahora no me he dejado seducir, eso ya sería un cachondeo, la becaria chateando...
Me encanta ésto, pero tampoco me quiero encaprichar. Serán 4 meses muy intensos pero confío en que todo valga la pena. Me hartaré de escribir sobre bodas, pero... qué meses de glamour que me esperan...